© Santiago García. 2009. Quería terminar este número preguntándoles algo que leí de Sáenz de Oíza (maestro arquitecto donde los haya):
¿Ustedes beben leche de vaca?
(Porque aquí lo importante es la leche. Sí, ¡LA LECHE!)
Porque ustedes (dijo, y ahora yo se lo digo) no beben leche de vaca, beben leche de muchas vacas.
Si cogemos la leche de 50.000 vacas y leche de otras 50.000, el sabor es prácticamente el mismo.
Pero entonces,
¿Por qué la leche sabe diferente dependiendo de la marca que se compre?
Por el envase.
Ustedes no beben leche de vaca, beben el envase.
Esta metáfora (más o menos era así, aunque el texto original es mucho mejor), a mí me marcó al final de la carrera. Siempre que estoy deprimido, la leo, me río y sigo trabajando.
Quería decir el gran Oíza, que en el trabajo de las grandes consultorías o las grandes multinacionales, o por lo menos así me lo aplico yo, no hay diferencia. La diferencia está en el marketing, pero en nada más.
El producto (la leche) ya no importa y claro ésto ya no sabe igual. Y además cansa, o por lo menos a mi me cansa bastante.
Aunque me creo bastante moderno, creo en el producto artesano, personalizado, si lo quieren llamar así. Conocer al cliente y que él te conozca a ti. No tener que bregar con un sinfin de teleoperadores, con el procedimiento aprendido o escrito en sus ordenadores, sin saber que están vendiendo, porque el producto no importa.
Creo en la necesidad de vender un servicio, resolver problemas y ofrecer algo que la gente entienda como genuino.
Por aquí han pasado ya arquitectos, artistas y técnicos y a mí eL cubO, la flor del SAúCO o puñalada TRAPERA o tantas otras propuestas, me dejan buen sabor de boca.
Como dije con el número 0, esta entrega no se cierra, aunque sí abrimos un nuevo frente con el objeto de hablar y reflexionar sobre los temas que preocupan, como ya han visto, no sólo a los arquitectos.
¿Ustedes beben leche de vaca?
(Porque aquí lo importante es la leche. Sí, ¡LA LECHE!)
Porque ustedes (dijo, y ahora yo se lo digo) no beben leche de vaca, beben leche de muchas vacas.
Si cogemos la leche de 50.000 vacas y leche de otras 50.000, el sabor es prácticamente el mismo.
Pero entonces,
¿Por qué la leche sabe diferente dependiendo de la marca que se compre?
Por el envase.
Ustedes no beben leche de vaca, beben el envase.
Esta metáfora (más o menos era así, aunque el texto original es mucho mejor), a mí me marcó al final de la carrera. Siempre que estoy deprimido, la leo, me río y sigo trabajando.
Quería decir el gran Oíza, que en el trabajo de las grandes consultorías o las grandes multinacionales, o por lo menos así me lo aplico yo, no hay diferencia. La diferencia está en el marketing, pero en nada más.
El producto (la leche) ya no importa y claro ésto ya no sabe igual. Y además cansa, o por lo menos a mi me cansa bastante.
Aunque me creo bastante moderno, creo en el producto artesano, personalizado, si lo quieren llamar así. Conocer al cliente y que él te conozca a ti. No tener que bregar con un sinfin de teleoperadores, con el procedimiento aprendido o escrito en sus ordenadores, sin saber que están vendiendo, porque el producto no importa.
Creo en la necesidad de vender un servicio, resolver problemas y ofrecer algo que la gente entienda como genuino.
Por aquí han pasado ya arquitectos, artistas y técnicos y a mí eL cubO, la flor del SAúCO o puñalada TRAPERA o tantas otras propuestas, me dejan buen sabor de boca.
Como dije con el número 0, esta entrega no se cierra, aunque sí abrimos un nuevo frente con el objeto de hablar y reflexionar sobre los temas que preocupan, como ya han visto, no sólo a los arquitectos.
Equipo NoLoSé
Santiago: ¡¡eres la leche en polvo!!
ResponderEliminarAhora, que algunos niegan que esta publicación sea de arquitectura, yo afirmo que, tu título de arquitecto, también es de pacotilla ¡que narices!
ResponderEliminarLo dicho, ¡eres la leche! (aunque algunos no quieran reconocerlo)
Enhorabuena por tu publicación, absolutamente arquitectónica
javier azurmendi
Rompiendo títulos. Sobre todo en una profesión como la arquitectura, en la que la mitad de los estudiados, no lo tenían.
ResponderEliminarSólo debería valer y ser respetado el de "imprescindible", y nOlOsE yo creo que se va haciendo.
La verdad es que el texto de Oiza era magistral!. Enhorabuena por el blog, muy buena la idea. Y además veo que estáis un equipo de lujo, nos encanta la fotografía de Javier. Mucha suerte con esta original aventura! Saludos desde www.stepienybarno.es/blog/.
ResponderEliminarSólo en un blog de arquitectura o publicidad podrían decir que la leche sabe diferente por el envase. Como veterinario por lo que se esas diferencias se deben a la diferente alimentación que reciben las vacas y su sistema de explotación. Si comparas el sabor de una leche de vaca criada en extensivo (alimentado con pasto) y el de otra criada en intensivo (con pienso) verás que aunque tenga el mismo envase el sabor es diferente. De la misma manera en las botellas transparentes de leche , ésta sabe diferente no por cualidades metafísicas o linguisticas del envase sino porque deja pasar la luz y altera las propiedades organolépticas del producto.
ResponderEliminarEn cualquier caso buen comentario el de tu profesor
salu dos
Me ha gustado encontrar este blog. Una cosa lleva a la otra y mira tú por dónde.
ResponderEliminarUn saludo.
El viernes pasado volví a ver el primero de los tres documentales de “Tres arquitecturas” emitido por RTVE el año 1989. Oiza empezaba con la fiesta, seguía Calatrava, al cual reconozco que le tengo un odio algo irracional y remataban Viaplana y Piñón, profesores míos de la ETSAB, a los cuales recuerdo con cariño. La verdad, no me canso de escucharle hablar o de leer esa gran entrevista que le hicieron en el Croquis Fernando Márquez y Richard Levene un año antes. Justo ahí es donde está esa gran pregunta: ¿Usted bebe leche de vaca?
ResponderEliminarPues eso, como decía en el comentario anterior, una cosa lleva a la otra y mira tú por donde, me he acordado del blog y he pensado que si alguien está interesado en ver en acción a ese gran arquitecto que con setenta y un años era todavía capaz de emocionarse hablando de arquitectura, puede encontrarlo en la web de RTVE.
Un saludo y que lo disfrutéis.