Cuando nos hacemos un tatuaje dos de las cosas que más pensamos son: el diseño y el lugar. Cada diseño tiene un significado, sea más o menos superficial, sea más o menos consciente. Pero, cada lugar… también.
Quienes eligen el cuello para tatuarse están reclamando acerca de la insatisfacción en la que viven, y de su falta de valentía para dejar claros sus ideales. Le dan mucha importancia a los valores morales, sin los cuales, para ellos, ninguna actividad tiene interés.
Los que prefieren su espalda como lienzo, tienen miedo de tomar posiciones concretas, y le escapan a las decisiones y responsabilidades importantes. Es alguien que prefiere no exponerse.
Los que se tatúan el pie buscan estabilidad, necesitan asumir valores concretos sobre los cuales proyectar su futuro. Los que lo hacen en su mano buscan el dominio de las emociones; si es en la derecha buscan justicia, si es en la izquierda buscan poder. En las muñecas se tatúan personas incapaces de actuar, desmotivadas.
Si el tatuaje está en la pierna son personas inquietas, con ganas de comunicarse y de descubrir diferentes formas de vivir.
En el brazo o en el hombro, se tatúan quienes quieren sentirse útiles. En la rodilla quienes están al tanto de sus cualidades pero se encuentran reprimidos y necesitan una motivación externa.
En el vientre (más común en las mujeres), las personas dulces y sensibles, pero también inseguras. En el tobillo quienes tienen deseos de espacio y libertad, a modo de protesta contra la vida cotidiana; el sueño de ellos es escaparse lejos.
Eligen los senos, quienes enfrentan las situaciones difíciles con determinación. En el pecho van los tatuajes más íntimos y personales.
No sé si será verdad, pero yo tengo un par, y las características de cada lugar coinciden bastante con mi personalidad.
Como todos los mitos, que no sabemos si son realidad o mentira, esto también da para reírse y pensar, ¿no?
Quienes eligen el cuello para tatuarse están reclamando acerca de la insatisfacción en la que viven, y de su falta de valentía para dejar claros sus ideales. Le dan mucha importancia a los valores morales, sin los cuales, para ellos, ninguna actividad tiene interés.
Los que prefieren su espalda como lienzo, tienen miedo de tomar posiciones concretas, y le escapan a las decisiones y responsabilidades importantes. Es alguien que prefiere no exponerse.
Los que se tatúan el pie buscan estabilidad, necesitan asumir valores concretos sobre los cuales proyectar su futuro. Los que lo hacen en su mano buscan el dominio de las emociones; si es en la derecha buscan justicia, si es en la izquierda buscan poder. En las muñecas se tatúan personas incapaces de actuar, desmotivadas.
Si el tatuaje está en la pierna son personas inquietas, con ganas de comunicarse y de descubrir diferentes formas de vivir.
En el brazo o en el hombro, se tatúan quienes quieren sentirse útiles. En la rodilla quienes están al tanto de sus cualidades pero se encuentran reprimidos y necesitan una motivación externa.
En el vientre (más común en las mujeres), las personas dulces y sensibles, pero también inseguras. En el tobillo quienes tienen deseos de espacio y libertad, a modo de protesta contra la vida cotidiana; el sueño de ellos es escaparse lejos.
Eligen los senos, quienes enfrentan las situaciones difíciles con determinación. En el pecho van los tatuajes más íntimos y personales.
No sé si será verdad, pero yo tengo un par, y las características de cada lugar coinciden bastante con mi personalidad.
Como todos los mitos, que no sabemos si son realidad o mentira, esto también da para reírse y pensar, ¿no?
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