flickr Vagamundos
...y les puedo asegurar que eso en un arquitecto es muy, pero que muy malo.
Claro, que teniendo que en cuenta que vivimos en un mundo con desodorantes anti-estress (verídico, aunque aquí no es el lugar adecuado para hacer bromas al respecto) y jamón serrano de pavo, lo raro es no perderlo.
Todo plano que se precie, precisa de dos elementos indispensables: la escala y el norte.
El norte, como se imaginarán, nos indica la situación del edificio o área de actuación en relación a los puntos cardinales. Esto nos orientará en cuanto a soleamiento, vientos,....
Si descubrimos una piscina al Norte con toda la casa detrás, no hay duda morenos, lo que se dice morenos, creo que no nos vamos a poner.
Igualmente, si la única ventana de la casa está en poniente (Oeste), tendremos una maravillosa luz rojiza que no iluminará, que se meterá hasta el baño y que dará un calor en verano insoportable.
Los japoneses, que son más democráticos y solidarios, el "norte" lo ponen para que marque el Sur.
¡No se van a llevar los paises ricos hasta el símbolo de los planos!
Entendido el Norte, nos meteremos con la escala.
Ésta puede ser un número (1/500, 1/100, 1:5, 1:10) o una regla con marcas (._._._._._._._.).
Al final es un símbolo que utilizamos para reflejar una realidad inabarcable. Lógicamente, como no podemos reflejar en un papel la verdadera dimensión de una casa, tenemos que simplificarla y darle un tamaño irreal pero abarcable por nosotros.
Y aquí está lo interesante porque, cómo dibujamos una cosa que es más grande.
No podemos definir o detallar todos los elementos ya que el dibujo se emborronaría totalmente con líneas, tramas, colores y texturas y al final no veríamos nada.
Dibujar una casa en un papel del tamaño de una cajetilla de cigarros, nos lleva a sintetizar, a reflejar sólo aquellos aspectos importantes o "singulares" del objeto. Por tanto, nos lleva a colocar elementos, nuevamente simbólicos, que se identifican con partes reales del edificio aunque no los representen tal como son.
A estás alturas me permitirán nuevamente citar (de memoria) al maestro OIZA:
"una raya en el papel es un metro en la realidad"
Y aquí me hallo, con una compañera y magnífica arquitecta preocupada por haber perdido 10 cm en un plano y yo habiendo perdido el norte y la escala.
Cerramos (como siempre sólo por ahora) el número 2: Escala & Desproporción sin encontrar el tamaño adecuado pero buscando siempre en lo grande y lo pequeño.
Claro, que teniendo que en cuenta que vivimos en un mundo con desodorantes anti-estress (verídico, aunque aquí no es el lugar adecuado para hacer bromas al respecto) y jamón serrano de pavo, lo raro es no perderlo.
Todo plano que se precie, precisa de dos elementos indispensables: la escala y el norte.
El norte, como se imaginarán, nos indica la situación del edificio o área de actuación en relación a los puntos cardinales. Esto nos orientará en cuanto a soleamiento, vientos,....
Si descubrimos una piscina al Norte con toda la casa detrás, no hay duda morenos, lo que se dice morenos, creo que no nos vamos a poner.
Igualmente, si la única ventana de la casa está en poniente (Oeste), tendremos una maravillosa luz rojiza que no iluminará, que se meterá hasta el baño y que dará un calor en verano insoportable.
Los japoneses, que son más democráticos y solidarios, el "norte" lo ponen para que marque el Sur.
¡No se van a llevar los paises ricos hasta el símbolo de los planos!
Entendido el Norte, nos meteremos con la escala.
Ésta puede ser un número (1/500, 1/100, 1:5, 1:10) o una regla con marcas (._._._._._._._.).
Al final es un símbolo que utilizamos para reflejar una realidad inabarcable. Lógicamente, como no podemos reflejar en un papel la verdadera dimensión de una casa, tenemos que simplificarla y darle un tamaño irreal pero abarcable por nosotros.
Y aquí está lo interesante porque, cómo dibujamos una cosa que es más grande.
No podemos definir o detallar todos los elementos ya que el dibujo se emborronaría totalmente con líneas, tramas, colores y texturas y al final no veríamos nada.
Dibujar una casa en un papel del tamaño de una cajetilla de cigarros, nos lleva a sintetizar, a reflejar sólo aquellos aspectos importantes o "singulares" del objeto. Por tanto, nos lleva a colocar elementos, nuevamente simbólicos, que se identifican con partes reales del edificio aunque no los representen tal como son.
A estás alturas me permitirán nuevamente citar (de memoria) al maestro OIZA:
"una raya en el papel es un metro en la realidad"
Y aquí me hallo, con una compañera y magnífica arquitecta preocupada por haber perdido 10 cm en un plano y yo habiendo perdido el norte y la escala.
Cerramos (como siempre sólo por ahora) el número 2: Escala & Desproporción sin encontrar el tamaño adecuado pero buscando siempre en lo grande y lo pequeño.
Equipo NoLoSé
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